martes, 18 de octubre de 2011

Amar es destruir, y ser amado es ser destruido.

-Qué te pasa?-preguntó él, quién mientras caminaba tranquilamente por la playa la había visto a lo lejos , había decidido acercarse y para su sorpresa la había encontrado llorando.

-Nada solo estoy escuchando música, pensando, ya sabes...- respondió ella mientras se secaba una lágrima que caía por su mejilla rápidamente.

-Y por qué lloras?-preguntó él intentando encontrar su mirada, ella suspiró.

-Por todo, todo esto es difícil, y por alguien imposible también.

-Le conozco?- dijo mientras se sentaba junto a ella.

-Sabes que si.- respondió ella mientras le miraba.

-Y es tan importante como para hacerte llorar?-preguntó él mirando fijamente como las olas se mecían hacia delante y hacia atrás en un día completamente nublado.

-Para mi si.-dijo ella intentando contener las lágrimas.

-Por qué? Qué tiene él de especial?

-Que qué tiene de especial?

-Si, qué es lo que te gusta de él?- ella volvió la cabeza hacia otro lado pensando si tendría las suficientes fuerzas para responderle. Finalmente, después de haber pensado un poco lo hizo.

-Me gustan sus ojos, su sonrisa, el modo que tiene de ver las cosas, como puede parecer una persona fuerte que le da poca importancia a las cosas y a la vez puede ser la persona más dulce del mundo, como sin saberlo solo con estar cerca puede hacerme sentir protegida, la forma que tiene de aguantarme la mirada cuando me sorprende mirándole, como solía meterse conmigo, la facilidad que tiene para hacerme pedazos en un segundo con un solo movimiento, en fin, todo.-respondió mientras las lágrimas que había intentado luchar por contener se derramaban por su cara. Él volvió la cabeza y le secó las lágrimas, sus ojos se encontraron y pocos segundos después sus labios también lo hicieron. Un trueno sonó a lo lejos mientras se separaban lentamente.

-No tienes que hacer esto-dijo ella-dicen que el primer amor duele, puedo soportarlo.

-Tú si, pero yo no- ella le miró mientras él le apartaba un mechón de pelo de la cara.- Yo no puedo soportar no tenerte cerca, no poder ver todos los días esos ojos, no poder oír esa risa, porque me encanta cuando te sorprendo mirándome y apartas la mirada rápidamente, me encanta cuando te digo cualquier tontería y te sonrojas, me encanta verte haciendo locuras con tus amigas, me encanta como la cosa más insignificante te hace ilusionarte de esa manera, me encanta lo dulce que eres con los niños pequeños- las lágrimas brotaban sin cesar de los ojos de ella, otro trueno sonó esta vez más cerca- y en definitiva, me encantas tu.-ella desvió la mirada.

-Todo esto es imposible, es un sueño, y esta es la parte en la que me doy cuenta de que nada de esto es real y que en el momento en el que abra los ojos estaré sola otra vez.

-No, todo esto es real,- dijo él cogiendo su mano y colocándola sobre su corazón-esto es real.-ella le abrazó fuertemente acurrucándose junto a él, en ese momento comenzó a llover.-Será mejor que nos vayamos, está lloviendo.-susurró él con la cara hundida en su pelo. Ella levantó la cara y lo miró fijamente a los ojos.

-No quiero irme, no mientras esté aquí contigo, tengo miedo de despertarme y que todo esto haya acabado. Prométeme que todo esto es real y que nunca más me sentiré sola.- dijo mientras volvía a hundir la cabeza en su pecho.

-Te lo prometo.-dijo él mientras la lluvia seguía cayendo y empapándolos a ellos y al sueño que estaban viviendo.

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